La «Casa Travertina» recibe su nombre del material distintivo que adorna su fachada: el travertino romano. Este material de piedra porosa, clásico y elegante, tiene la peculiaridad de reflejar los matices del tiempo: adquiriendo tonos grisáceos en días nublados hasta casi blancos en días soleados, manteniendo generalmente un cálido tono marrón. Esta fachada en constante cambio parece adaptarse a los caprichos del clima, aportando una carácter único y dinámico a la vivienda.

Desde su sótano, la «Casa Travertina» revela su carácter especial. Además del garaje, este nivel alberga una piscina interior climatizada, rodeada de su propia zona de tumbonas, y bañada en luz natural gracias a un generoso patio inglés.

En la planta baja, el salón se erige como el epicentro de la vida familiar, con una mesa de comedor enmarcada por una doble altura que irradia majestuosidad. Una cocina moderna y un amplio dormitorio complementan este nivel, ofreciendo comodidad y funcionalidad a cada rincón.

En la planta primera, dos dormitorios gemelos comparten un baño y una zona de juegos, cada uno con su propio vestidor y área de estudio, mientras que el dormitorio principal cuenta con un lujoso baño en suite y un vestidor abierto que añade un toque de elegancia y practicidad.

El casetón corona el conjunto, dando acceso a un solárium de generosas dimensiones que ofrece vistas panorámicas impresionantes. Este nivel también alberga una lavandería, aprovechando al máximo el espacio disponible y añadiendo una dosis de conveniencia a la experiencia de vivir en la «Casa Travertina».

En resumen, la «Casa Travertina» no solo es una residencia, sino una obra maestra de diseño arquitectónico que combina la belleza natural con la elegancia atemporal. Con su fusión perfecta entre forma y función, esta vivienda redefine el concepto de lujo moderno, ofreciendo un refugio sereno y sofisticado para sus afortunados residentes.